DARDO Instituto do Deseño e das Artes Contemporáneas

arte

 

A Coruña, 1978 

Artista y ceramista

Nordés

Porcelana, pigmentos cerámicos y cabo de esparto/medidas variables

Esta obra forma parte de un conjunto de piezas que configuran el proyecto Portas do mar realizado en 2021. Su título, Nordés, hace referencia al viento característico del clima atlántico pero la obra remite principalmente a la comunicación. Las piezas que la componen contienen las marcas de los marineros, “marcas poveiras”, un sistema de comunicación visual empleado por los pescadores de Póvoa de Varzim (Portugal) durante siglos. Además, a través de la apropiación de esta escritura primitiva, las siglas del nombre propio de la ceramista se transforman en remo, gaviota y anzuelo reproducidas a mano, como un esgrafiado, sobre la porcelana.

 

Santiago de Compostela, 1971

Artista

Class of the 2013

Pancartas de lona plástica impresas. 500x85 cm

Suso Fandiño revisa algunas de las corrientes e imágenes icónicas de la historia y la historia del arte para reinterprelas, otorgando siempre nuevos significados que esconden una lectura irónica, humorística y crítica. Emplea el apropiacionismo, la seriación, la idea del cómic y la cultura de masas creando imágenes en un primer vistazo afables que cuando observamos por segunda vez esconden mensajes, reflexiones y críticas sobre la sociedad contemporánea. Con ironía, Fandiño utiliza el texto e imágenes reconocibles e instituidas dentro de eso que denominamos “contexto del arte” para destilar nuevas posibilidades y sentidos metafóricos sobre la figura del autor y su relación con el espectador. En una primera mirada su discurso parece fácil, incluso obvio, pero es en esa pretendida obviedad donde configura su radicalidad ante un sistema demasiado correcto. 

 

Valencia, 1993.

Artista

Serie Paisajes

Arcilla a baja temperatura bruñida. 12x9 cm

La práctica de Mar Ramón Soriano reposa la atención en el comportamiento de los objetos cotidianos en relación al cuerpo y al espacio doméstico. En este sentido, también reivindica una mirada
atenta a lo que sucede a su alrededor, reflexionando a través del arte sobre cuestiones como el género, la fragilidad o las relaciones entre el individuo, la sociedad y el hogar. El textil y la cerámica se pronuncian como los principales materiales de su trabajo, planteando un ensamblaje continuo entre opuestos que acarician sus cualidades. Volúmenes, tensiones, lo duro y blando, juegos y experimentaciones formales entre diversos elementos forman parte de la metodología de trabajo de la artista. Con esta pieza nos aproxima a la tierra, generando una suerte de paisajes de arcilla que dibujan distintos horizontes y volúmenes. Visualmente, contemplando la obra podríamos pensar en movimientos como el expresionismo abstracto y la pintura de campos de color, pero el formato de contenidas dimensiones, la transposición
de elementos escultóricos como el barro al plano bidimensional o la sensualidad de la paleta cromática apoyan otros intereses, centrados en la exploración de sensaciones táctiles desde un imaginario intimista.

 

Sevilla, 1934. Artista.

Dibujos sobre portadas de DARDOmagazine

Pocos artistas han sido tan insistentes a la hora de perseguir la imagen. En sus obras, la imagen siempre será la imagen y su doble, lo positivo y su negativo, el pliegue o su desdoblamiento. Los juegos
exagerados, las negaciones iconoclastas, el orden desordenado y una condición neobarroca caracterizan un trabajo que es un interminable rompecabezas. Porque Luis Gordillo es un equilibrista de las formas, muchas veces desde el humor, como en el caso de sus dibujos para las portadas de Dardomagazine.

 

Barcelona, 1969

Artista

Luis Seoane entrando en el templo a latigazos

2016. Acrílico sobre lienzo. 24x24 cm

Vítor Mejuto pinta de un modo firme seducido por sus «lugares», cuyo repertorio ha sabido ampliar para asumir los de otros e indagar reflexivamente sobre ellos. Si preguntamos sobre sus referentes, podría desdoblar su lista y comenzar citando innumerables artistas entre los que seguramente se escucharían nombres como el de Frank Stella, Palazuelo, Mondrian o Josef Albers. Sus pinturas son como símbolos gráficos, líneas y colores se cosifican sobre el papel componiendo imágenes próximas al diseño. El material nos remite a lo táctil, permite al espectador escudriñar el rastro del pincel y la retícula que define el dibujo.

 

Santo André, Brasil, 1968

Artista

Réquiem por uma montanha II

El de Sandra Cinto es un trabajo que abraza lo afectivo, de esos que entienden que lo revolucionario no debe llegar desde la violencia sino desde el respeto. Seguramente ese es el verdadero lugar del arte y por eso la artista propone un viaje sobre el presente, universal e individual, expandido aun cuando su dirección es hacia dentro. De ahí esa sensación abismal. El paisaje se nos ofrece como desposesión y su inmensidad convoca una nostalgia indescriptible. Las imágenes flotan como ruinas de la memoria, invitando a adentrarse en la belleza de lo inconmensurable de un paisaje desprovisto de figuras, como en la pintura romántica. En esa línea se sitúa Réquiem por uma montanha, a partir de un blanco y negro que además de centrar nuestra mirada en las cuestiones gráficas del dibujo, proyecta una suerte de luto en el paisaje. Es en ese sentido que retoma también los abismos románticos, que lejos de mirar hacia abajo invitan a volar. El dibujo urde la trama de un relato, que convoca lo político desde lo poético y se posiciona ante la tristeza que le provocan ciertas actitudes políticas que proyectan miedo para evitar el avance social, ya sea en sus pinturas, en fotografías como la serie A Travessia difícil Après Géricault –también presente en la Col. Fundación DIDAC– o en el soporte de unos libros que para la artista tienen alas en su capacidad de expandir el conocimiento.

 

Lisboa, Portugal, 1966

Artista

Triste Plaisin (Roma)

2007. Dibujo bifrente, 61x47 cm

 

Figueira de Castelo Rodrigo, Portugal, 1961

Artista

Pele

Resina, latón, tela y pintura de esmalte. 147x6,5x4,5 cm

Baltazar Torres crea mundos dentro de otros mundos. Lo hace con la ayuda del humor y la ironía como elementos desencadenantes de una reflexión crítica. Pionero en la denuncia de las catástrofes medioambientales, Baltazar Torres representa la irresponsabilidad de la humanidad como multitud y señala cómo nuestra relación con el entorno ha abandonado la contemplación y el bienestar para centrarse en la voracidad de los intereses económicos. En sus primeros paisajes industriales, esculturas minimalistas de principios de los años noventa, ya reflejaba las acumulaciones de los detritos sumergidos para construir ciudades imaginarias de formas insólitas. Más tarde, construye diminutos escenarios que hablan de la deshumanización, la pérdida de identidad, la velocidad, lo artificial, el impacto medioambiental y el desarrollo insostenible de nuestro sistema productivo y un consumo excedido. La deforestación, la acumulación de basura o el progreso y las infraestructuras exageradas, contrastan con muchos de sus personajes, que pasivamente contemplan la vida como si los problemas fuesen irreversibles, como el personaje de su obra Pele, convertido en carretera.

 

São Paulo, Brasil, 1967

Artista

Cangahy

En sus obras Caio Reisewitz procura reflexionar sobre el deterioro del espacio natural y cómo el ritmo en el que avanza y evoluciona la sociedad actual no tiene en cuenta la presencia de la naturaleza en ese
proceso. Su mirada, casi siempre frontal y sobria, huye de cualquier atisbo de exuberancia y belleza sublime, buscando el lado difícil, menos amable, de la imagen en su relación con el espectador. En Cangahy se produce una mezcla de paisajes y tradiciones elaborada a través del collage fotográfico. Los collages descubren las miserias de la ilusión y funcionan como mentiras tornadas verdad, como engaños descubiertos. Es como si un punto de inflexión atravesase el universo artístico de Caio. Pequeñas cajas contienen una obra eminentemente neobarroca, donde el motivo del paisaje se desborda y llega a una extremosidad que violenta la imagen, llena de cortes, fisuras y trucos que dejan ver voluntariamente las cicatrices del collage. Este aspecto manual, de apariencia espontánea, torna la escena densa, llena de pliegues, superposiciones y perspectivas distorsionadas, juegos de escala, tensiones y quiebros.

 

1957, Cambados

Escultor

Valada

Granito «Negro Galicia»

La historia del arte en Galicia tiene su origen en las rocas grabadas, para continuar esa condición pétrea desde la Edad Media hasta hoy. Pero también tiene una raíz profunda en las formas del arte popular, desde donde se manifiesta la sensibilidad, el gusto estético de nuestro pueblo. Son formas que persisten, independientemente de que en períodos de esplendor se incorporen formas de estilo más universales, como ocurrió en el Románico o en el Barroco, o más recientemente con el Minimalismo. Estas formas populares son a veces arrastres subconscientes, pero también posturas decididas de autoafirmación de lo propio, como en el caso de Manolo Paz, que proyecta sus esculturas desde una suerte de memoria ancestral que guardan un sabor colectivo, además de una belleza extrema y natural. En su trabajo siempre predomina una condición primigenia, que resulta evidente en la expresividad de sus conjuntos escultóricos pero también en el pequeño formato, que nos remiten a muros, a cruceros, a las formas megalíticas, a la arquitectura popular o incluso al mar.

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