DARDO Instituto do Deseño e das Artes Contemporáneas

arte

 

Guipúzcoa, 1963

Artista

La Fábrica (Belgrado) 14

Pello Irazu es uno de los artistas clave en la renovación de la escultura vasca a partir de los años ochenta. Siempre que trabaja con un objeto necesita apropiárselo, manipularlo y recrearlo. Irazu ha fusionado lo tridimensional, con la fotografía, el dibujo y el mural, generando obras de una manera heterodoxa y provocando un resultado híbrido, ya que cada elemento puede evocar otras simbologías o imágenes. Como ocurre en La Fábrica (Belgrado) 14, cada parte del proceso artístico interviene en el espacio de la otra, generando una nueva relación. Su obra gira entorno a los vínculos entre el cuerpo, en donde lo escultórico te invita a relacionarte, a acercarte o alejarte, o los objetos y el propio espacio, que es un lugar de experiencia, que aparece a medida que lo encaramos y que no existe si no lo percibimos.

 

Brasil, 1960

Artista

O descanso da sala

Las obras del artista José Spaniol son esculturas con tiempo. Como en este ejemplo de su serie O descanso da sala —en este caso, una silla desdoblada como si fuese un palíndromo— cuestiona el orden de las cosas. Con un mesurado sentido del humor, nos invita a salir de nuestro mundo para entrar en otro ‘aliciante’, como si atravesásemos un espejo virtual. Spaniol trabaja desde las zonas de conflicto: multiplicando el espacio con espejos, los soportes arquitectónicos, desdoblando los objetos o jugando con la reversibilidad del lenguaje. En las obras de José Spaniol nos movemos en un espacio indefinido, con signos que, antes de situarnos, acaban por ahogarse en una ausencia de límites. Porque su trabajo busca un espectador capaz de experimentar dislocaciones y energías; en definitiva, capaz de valorar más el ‘entre’ que el ‘antes’ o el ‘después’. En ese sentido, Spaniol resuelve como un escultor de ‘formas perdidas’, desde la tensión poética, buscando la viceversa del objeto.

 

Brasil, 1957

Artista

Allen-Allen Europeia

Aluminio e aluminio pintado (pintura eletrostática)

Ed 2 + 1 PA. Dimensiones variables

José Bechara juega con los desórdenes y los márgenes hasta llegar a un interesante estado de suspensión. De mirada eminentemente pictórica, es cierto que esa condición se da a partir de una suerte de conexión espacial, de diálogo con el contexto que le rodea. En sus instalaciones escultóricas, trabaja con el peso, con la escala, con el equilibrio y con las estructuras, aunque en sus trabajos más recientes -ya sea en piezas de gran tamaño o de pequeña escala- ha introducido la gravedad y la ligereza, características que ya estaban latentes pero resultaban más invisibles. Esa suerte de azar desobediente caracteriza también sus pinturas, máxime en las que realiza un proceso de oxidación que nos conduce a la abstracción. A partir de una serie de capas de acero de diferente espesor que sella sin pincel para posteriormente mojarlas, deja que el tiempo cobre protagonismo y actúe. Así, se constituyen los matices, los gestos que tornan artístico el proceso. Es por tanto la pintura un lugar para la agresión, un gesto de tiempo —como cuando reutiliza superficies de cuero blanco procedente de pieles de vacas o bueyes que descubren una textura capaz de registrar el paso del tiempo a partir de la vida llena de marcas de estos animales a modo de proyección pictórica—, una transformación. Esas tensiones entre líneas, fuerzas y vacíos  dominan también sus dibujos, de una gran presencia física al tiempo que de aspecto inacabado, abrazando el carácter de manualidad que lo aleja,paradójicamente, de su herencia minimalista.

 

Bilbao, 1971

Fotógrafo

Destructuras 007

Fotografía entre aluminio y metacrilato brillo 250 x 100 cm / Ed. 3.

 

Aitor Ortiz ausculta los límites entre realidad y representación a partir de un dominio de la técnica fotográfica que le permite expandir sus límites en muy diversas direcciones. Tras haberse especializado como fotógrafo de arquitectura, su trabajo artístico se apoya en la objetividad de la disciplina arquitectónica desde la subjetividad analítica de la fotografía, lo que le permite generar espacios intermedios e indagar en las fisuras o intersticios que surgen de la confrontación de ambas. Si su materia prima es el espacio, este se proyecta y explora desde lo físico y desde lo mental generando opciones intermedias a partir de las posibilidades de cada medio; ya sea la textura y temperatura que emana de la atmósfera arquitectónica, de lo material; o las cuestiones perspectivas y juegos de escala que se provocan desde lo fotográfico, desde lo inmaterial. Si en sus últimos trabajos nos recuerda que la intensidad no guarda relación con el formato y la incertidumbre se potencia por el carácter encriptado de las imágenes, una vez que no conseguimos saber si las formas experimentan un estado de emersión o si por el contrario están en proceso de desaparición, en sus primeros trabajos evoca lo monumental, como advertimos en su serie Destructuras, en las que se prescinde de la idea de locus concreto para retratar una arquitectura sin espacios, sin lugares concretos de pertenencia. En estas fotografías el interés por la arquitectura se centra plenamente en la propia forma, en la tipología pura haciendo una reinterpretación subjetiva de la forma vacía.

 

Portugal, 1974

Artista

Intimacy

2005. Fotografía. 90x125 cm

 

En las obras de Rita Magalhães nada resulta espectacular. En el fondo, de lo que se trata es de reconstruir una serie de memorias a partir de objetos y de tiempos cargados de una vida recitada desde la nostalgia de lo perdido. En sus fotografías eterniza el momento en lo que podríamos definir como estrategia de intensificación de la realidad. El gesto más leve deja de ser rutina para mostrarse como momento o acontecimiento casi encantado. Porque lo que nos propone Rita Magalhäes es un viaje íntimo, a la manera del más puro interior holandés, ese que se dibuja entre umbrales, con figuras frágiles y solitarias que, sin embargo, y a pesar de su aparente intimidad y recogimiento, semejan estar en una estudiadísima preparación. Esa atractiva ambigüedad resulta obvia en sus series in door Amélia o Intimacy, auténticas reconstrucciones de un imaginado pasado. Los referentes pictóricos son indudables. También ese afán por mostrar lo cotidiano desde el refinamiento sensual más sencillo. Rita Magalhäes congela los momentos para capturar el pequeño detalle, envuelto en un particular aire de melancolía. Cada foto es un gesto, una anécdota que se revela no solo en la acción de la figura sino en el estudiado espacio, en la escena. En esta conjunción es donde intuimos una inclinación por el Vermeer tardío, capaz de dominar una luz lateral que atraviesa el espacio y de matizar la perspectiva. Espejos, ventanas, sombras, reflejos... nos sumergen en ese tiempo detenido, en una espiral de temporalidad que nos domina.

 

Cádiz, 1984

Artista

La casa del amor

2016. Óleo, esmalte y spray sobre tela. 56x50 cm

A Ana Barriga le interesan los diálogos entre las figuras. Casi siempre es una relación inquieta, tensa, abierta. Como en el barroco, todo se extrema. En su polifonía, los objetos se semejan en lo discontinuo, algo así como aquello que Severo Sarduy definió como retombée, cuando lo distante, lo que interfiere, puede revelarse análogo e incluso funcionar como doble. La pintura de Ana Barriga habita en esa indecibilidad propia de la poesía, en el enigma de sus objetos, en el entrevés de sus figuras. Se sitúa así en línea con aquello que decía Artaud de que la verdad de la vida está en la impulsividad de la materia. En Ana Barriga la pintura es una suerte de fiesta salvaje, en muchos casos erótica, transgresora, siempre cerca de la profanación. Esas premisas están presentes también en su forma de pintar con spray y conceptualmente con la elección y distorsión de sus motivos. Porque su pintura evoca lo barroco, pero no es una pintura oscura, porque dominan los brillos, los colores, la luz. Lo erótico no se esconde en la tiniebla y se muestra en el primer plano de lo profanado. Los colores se golpean entre sí y las relaciones abrazan la contradicción. La sensación se pone al servicio de la vibración y la artista convoca el placer de la distorsión.

 

Italia, 1930

Arquitecto y deseñador.

Jarrón Spaghetti

Fabricante: 
Fish Design

Arquitecto y diseñador, Gaetano Pesce ha trabajado para numerosas firmas como B&B, Vitra o Cassina. A principios de los 60 su producción se centró en el mobiliario de diseño, experimentando con nuevos materiales como la espuma, la resina o el plástico y formas poco frecuentes. Sus diseños juegan con la innovación en el lenguaje y sobretodo con la experimentación cromática mezclada con una cierta ironía. Con una concepción humanista y experimental del diseño, sus creaciones expresan gracia y rotundidad y conectan de manera directa con el usuario. Algunas de sus piezas forman parte de colecciones de museos como el MoMa de Nueva York, el Victoria and Albert Museum de Londres, el Musée des Arts Décoratifs y el Centre Georges Pompidou de París, entre otros. El Jarrón Spaghetti es un extraordinario ejemplo de cómo en su trabajo explora la fusión y la curiosidad, el diseño artesano y la fabricación industrial, lo funcional y la sensualidad humorística, elementos que lo han convertido en un ejemplo destacado de la historia del diseño italiano.

 

Argentina, 1910 – Galicia, 1979

Diseñador, pintor, escritor

Ramo Vermello

Cerámica de Sargadelos

Luis Seoane evitaba toda estandarización buscando aprehender los paradigmas culturales de las tradiciones de un lugar, no tanto con la intención de replicar lo logrado sino buscando renovar las formas ancestrales para proyectarlas en el presente y el futuro de la industria, convirtiendo esas formas en inéditas. Se trata de recoger las formas que caracterizaron la historia de un pueblo y al hacerlo, afirmar una diferenciación cultural que de lo contrario corre el riesgo de perderse. Es algo que se puede advertir en imágenes como la de Luis Seoane observando una figurita de miga de pan de San Andrés de Teixido en su taller del Castro de Samoedo, en 1967 —de la que saldrá su original Ramo vermello—, observando con detenimiento sus grabados o las escenas de sus tapices, que tienen la magia del relato oral. Luis Seoane investigó los dibujos de los grabados prehistóricos de Galicia, la cerámica de Buño, el ornamento de los trajes y toda una serie de cosas que le representan como gallego y que entiende que pueden ser adaptados al diseño de la civilización industrial. Esa es la idea que se expone en los fundamentos del Laboratorio de Formas, donde se empuja a la construcción de un sistema de expresión propio y a la promoción de industrias capaces de fabricar objetos con origen.

 

Sevilla, 1934

Artista

Charles Darwin Evoluciona

Serigrafía H.C. 140 x 100 cm

Pocos artistas han sido tan insistentes a la hora de perseguir la imagen. En sus obras, la imagen siempre será la imagen y su doble, lo positivo y su negativo, el pliegue o su desdoblamiento. Los juegos exagerados, las negaciones iconoclastas, el orden desordenado y una condición neobarroca caracterizan un trabajo que es un interminable rompecabezas. Porque Luis Gordillo es un equilibrista de las formas, muchas veces desde el humor, como en el caso de sus dibujos para las portadas de Dardomagazine, otras desde la abstracción, como en la obra Charles Darwin Evoluciona, que pertenece a la serie Archipiélago editada por La Caja Negra y donde se advierten las disonancias de colores, así como el gusto por deformar las formas y tornarlas vibrantes. Una obra representativa de su método, basado en la seriación, la alteración y la reconstrucción de imágenes.

 

Lisboa, Portugal, 1948

Artista

Plants black

Serigrafía, esmalte acuoso, adhesivo, grafito, cinta adhesiva y grapas sobre papel. 77 x 57 cm

La trayectoria artística de Julião Sarmento comienza a finales de los años sesenta tras cursar estudios de pintura y arquitectura en la Escuela de Bellas Artes de Lisboa. A principios de los años ochenta participará en dos ocasiones en la Documenta de Kassel, lo que impulsará el reconocimiento internacional a su trabajo. Presente en la Bienal de Venecia en tres ocasiones, en el año 1997 será el artista escogido para representar a Portugal en el certamen, y durante 2010 la Tate Modern de Londres le dedicará una sala de exposiciones permanente en exclusiva. Sarmento ha desarrollado un lenguaje visual multimedia combinando cine, video, sonido, pintura, escultura e instalaciones con un especial cuidado por la imagen, el diseño de libros y la tipografía. El trabajo de Sarmento trata el complejo tema de las relaciones interpersonales, además siempre ha manejado en sus obras temas como la interacción psicológica, la ambigüedad del significado, la sensualidad, el voyerismo y la transgresión.

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