Cartel oficial de los Juegos Olímpicos de Barcelona ’92

Es este uno de los carteles más reconocibles de los años noventa, gracias a la extraordinaria difusión que se le dio desde el Comité Olímpico Internacional y el Ayuntamiento de Barcelona. Los Juegos Olímpicos de Barcelona ’92 y la celebración de la Expo de Sevilla en el mismo año supusieron a los ojos del mundo la entrada de España en la Modernidad. De entre ambos acontecimientos, las Olimpiadas de Barcelona fueron un hito a nivel deportivo y su imagen gráfica —realizada por Josep M. Trias con su estudio Quod— con su símbolo y logotipo y sobre todo su mascota Cobi —realizada por Javier Mariscal—, alejada de los cánones y con una simpática y amable personalidad que le permitió afianzarse para lograr mantenerse en la memoria colectiva, serán paradigmas de lo que es un buen trabajo de comunicación. Este cartel de Enric Satué es la tercera pata de este éxito sin precedentes del diseño español, que hizo que muchos ciudadanos empezaran a conocer el nombre de los diseñadores y entendieran el diseño como motor económico. Cuenta su autor que sus hijos le ayudaron a combinar los colores olímpicos en los dedos de las manos, hallando interesantes asociaciones para incorporarlas al cartel original.