Aunque su primer interés fue la pintura, Irma Boom se apasionó muy tempranamente por el diseño de libros. Su enfoque experimental ha producido notables resultados que han conseguido ampliar los límites del diseño gráfico y que le han valido numerosos reconocimientos. Esta atrevida visión de los proyectos desafía la convención de los libros tradicionales tanto en sus formas visuales como en el contenido impreso. Como diseñadora gráfica, tipógrafa e ilustradora Irma Boom es especialista en la confección de libros a base de materiales, formatos o diseños poco usuales, configurando los libros como un paisaje e intentando crear una experiencia táctil y sensorial al diseñarlos, procurando la fisicalidad del propio objeto: cubiertas en relieve, páginas irregulares, etc., que se acaban convirtiendo en una forma arquitectónica o en un objeto, como advertimos en el ejemplar 26 Kunstenaars/ 21 locaties. Su objetivo en su proceso creativo es inspirar al descubrimiento y a la interacción.