Paul Rand es pionero y figura clave para entender el diseño moderno en Estados Unidos y de cada uno de sus diseños siempre emerge algo inesperado. Todos ellos son originales, singulares, aunque también altamente reconocibles, tal vez porque obedecen a una agilidad visual sin paragón. No pocas figuras lo considerarán como el gran heredero del legado del modernismo en América, entre ellos Lázsló Moholy-Nagy. El propio Rand confesará su atracción por creadores como Kandinsky, Picasso, Van Doesburg o Léger, pero sobre todo por Paul Klee. También por las portadas de Verve diseñadas por Matisse o las que varios artistas realizarán para Transition, entre ellas una excepcional de Miró. De todos ellos buscará captar su esencia, dependiendo de los intereses que tuviese en cada diseño, algunos decididamente dadaístas, otros capaces de convocar la simultaneidad futurista de una manera más abstracta, otros de deriva surrealista y por último los inspirados en el constructivismo de autores como Alexander Rodchenko o Ladislav Sutnar.