Cecilie Manz es una de las principales diseñadoras industriales danesas de su generación. Con su trabajo amplía el entendimiento de la función y la estética del diseño desafiando los conceptos establecidos en el diseño industrial. Su trabajo abarca joyas, lámparas, esculturas y muebles, como su mesa Mikado, que se ha incluido en la colección del MoMA. Existe una gran variedad en su trabajo, pero su idea básica siempre destaca su funcionalidad y su alusión a composiciones históricas en sus diseños a la vez que plasma un presente muy claro. Esa combinación del modernismo escandinavo y la funcionalidad se refleja en el diseño de la jarra de agua Mínima, producida por Holmegaard.
Las obras del arquitecto Álvaro Siza se caracterizan por la armonía y el diálogo con el contexto natural y cultural, así como por un estilo que articula elementos del racionalismo y del organicismo. Con su trabajo colaboró en la regeneración urbana y en la construcción de viviendas sociales tras la restauración de la democracia en Portugal. Posteriormente participó entre muchos proyectos en la reconstrucción del centro histórico de Lisboa, en la construcción de la facultad de Arquitectura en Oporto o en el de las piscinas naturales de Matosinhos. Aunque su obra se ha centrado en la arquitectura, su pasión por las formas serenas le acercó al diseño de una manera dialogante y sutil, incluso con objetos como su copa de vino de Oporto. Porque para Siza pensar en un edificio o en una copa de vino «siempre es una cuestión de diálogo, de atención».
Los méritos de Aldo Rossi no se limitaron al campo de la arquitectura, sino que fue también diseñador, teórico, profesor y escritor. Con un enfoque posmoderno, conocido como neorrealismo, representa la revitalización del clasicismo austero. Aldo Rossi siempre estuvo en la búsqueda de la innovación y la vanguardia. Diseñador de la abstracción y de la brevedad, con un uso implacable de las formas primarias y de las geometrías, ha diseñado objetos domésticos como la cafetera La Cupola, donde se aprecia el uso riguroso de las formas geométricas y elementales. Estos fundamentos hacen que su obra, tanto en la arquitectura como en el diseño, se cargue de una enorme intensidad poética.
Karim Rashid es un diseñador industrial y de interiores que ha trabajado en el diseño de mobiliario, de objetos de lujo, de exteriores, de iluminación, y en muchos otros campos. Como él mismo describe, sus diseños son minimalistas y sensuales, por sus curvas refinadas y sus llamativos colores. Un ejemplo curioso de su trabajo es el diseño del zapato Melissa High, que responde a un diseño innovador y experimental. Su inspiración principal viene del minimalismo, pero también hay referentes al pop, al diseño conceptual o a formas biomórficas, en definitiva, alusiones a elementos más decorativos, menos funcionales y neutros, buscando lo atractivo y sensual y una belleza despreocupada propia del posmodernismo y abierta a la experimentación con materiales como el plástico, el titanio o las espumas.
De Vivienne Westwood se podría decir que es la autora de la radicalidad en la moda contemporánea, marcando tendencia en lo punk y en el new wave. Su ropa deconstruida y desarrapada llegó a vestir a grupos míticos como los Sex Pistols. En aquellos momentos encontraba parte de su inspiración en los rockers y en el fetichismo, utilizando el uso de cremalleras, tachuelas, imperdibles, etc, para llevar hoy esa extravagancia y anarquía como elementos o ingredientes fundamentales a la hora de diseñar ropa, utilizando materiales como la goma, el cuero o el charol. Westwood nunca se casó con un estilo fijo y con el tiempo se fue refinando, aunque ejemplos como el zapato Anglomania que diseñará para Melissa evidencian que su trabajo sigue siendo una expresión de resistencia a lo usual.
Esta arquitecta y diseñadora francesa fue una de las promotoras de la estética industrial modernista en los años 20 y 30. Charlotte Perriand entendía los muebles más como artefactos utilitarios que como objetos autónomos y artísticos sujetos a la domesticidad, en parte por la influencia de haber trabajado en el estudio de Le Corbusier, donde adoptó teorías que tenían que ver con el uso de materiales y su funcionalidad. Sus muebles se caracterizaron por sus formas orgánicas, singularidad que puede apreciarse en las lámparas de calor que diseñó para Philips, pero también en el uso de materiales naturales, fuertemente inspirados en el diseño japonés, lo que hacía que tuvieran un rotundo aspecto elemental.
Astrid Sampe aportó una joven vitalidad al diseño textil y un nuevo sentido de profesionalidad, ayudando a demostrar que los límites entre el arte, la artesanía y la producción no tienen por qué interferir en la creatividad, la visión y la dedicación. Sampe fue una diseñadora innovadora que diseñó textiles modernos de producción industrial, conservando y ampliando al mismo tiempo las tradiciones del diseño textil nórdico con motivos de inspiración popular, como podemos ver en el diseño de Persson’s Spice Rack, pieza inspirada en los frascos de especias de la diseñadora Signe Persson-Melins. Sin embargo, su estilo a menudo se inspiraba en Mondrian -produciendo varios diseños para ropa de hogar a partir de sus referentes geométricos- y, a medida que avanzaba profesionalmente, en patrones basados en datos o generados por ordenador. Al mismo tiempo innovó en la producción textil y se convirtió en una de las pioneras en utilizar fibra de vidrio en sus telas.
Los diseños de la alemana Marianne Brandt son considerados precursores del diseño industrial contemporáneo. Brandt, que con anterioridad había emprendido una carrera como artista y que será una excelente fotógrafa, asistió al curso preliminar de ingreso a la Bauhaus impartido por Josef Albers y László Moholy-Nagy, que será su mentor en el taller de metales, siendo Brandt la primera mujer en poder acceder a este. El uso de formas geométricas sencillas, claras y abstractas será tomado como guía por Marianne Brandt, que procurará las formas más simples y depuradas en sus diseños de objetos domésticos como teteras, ceniceros o lámparas. Inspirada en el arte, trabajará formas como el círculo, la esfera y el cilindro, como se puede apreciar en las lámparas que diseñó para Kandem, que conjugaba la movilidad de la pantalla y el brazo. Al salir de Bauhaus, trabajó para Walter Gropius en su taller y en 1930 se convirtió en la jefa de diseño de metal en la fábrica Ruppel Metal Goods en Gotha. Años más tarde será profesora en la Academia de Bellas Artes de Dresde y en la Academia de Arte Aplicado de Berlín, ya en los años cincuenta. Casada con el pintor noruego Erik Brandt, del que tomó el apellido, nació en Chemnitz en 1983 con el nombre de Marianne Liebe.
Pionera en el diseño de interiores y de mobiliario, Aino Marsio Aalto fue una de las primeras arquitectas finlandesas, aunque muchas de sus obras fueron atribuidas exclusivamente a su marido Alvar Aalto. Como diseñadora, manejó la pequeña escala, ya sea en arquitectura con sus viviendas mínimas, como en el diseño de cocinas o en pequeñas piezas de vidrio para uso doméstico, como las que diseñó para la empresa finlandesa littala. Un ejemplo paradigmático es su serie de cristal Bölgeblick (vista de ondas), diseñada en 1932 y merecedora de la Medalla de Oro de Diseño de la VI Trienal de Milán en 1936. También el diseño del célebre vaso Saboy, en coautoría con Alvar Aalto. Aino Marsio se recreaba en el detalle y en las texturas, siempre desde lo funcional y racional, así como con un respeto por el material sin grandes alardes estéticos ni económicos. Los aros son ejemplo de ese interés práctico, una vez que servían para ocultar las irregularidades de un vidrio barato prensado. Lo humano, lo cotidiano y lo íntimo dominan el diseño de todos sus objetos y arquitecturas, siempre a partir de ideales funcionales y utilitarios. Nacida en Helsinki, se graduó como arquitecta en el Instituto de Tecnología de su ciudad. En 1935 los Aalto fundaron Artek, una marca dedicada a la creación de accesorios y mobiliario en la que combinaban arte y técnica.
Ettore Sottsass cultivó áreas como el diseño de producto y mobiliario, la joyería, el interiorismo o la maquinaria de oficina. Trabajó como consultor para Olivetti, procurando productos sugerentes con el objetivo de optimizar la funcionalidad y captar la atención de las demandas populares mediante soluciones formales y cromáticas innovadoras. Su afán investigador le lleva a fundar, junto a Bárbara Radice, el conocido Grupo Memphis en 1981.
La máquina de escribir es el sonido del siglo xx. Los modelos de Olivetti se convirtieron en emblemas de la modernidad y cada vez más, se buscó un equilibrio entre las capacidades funcionales, las emocionales y las estéticas. Para Olivetti diseñaron máquinas creadores de la talla de Mario Bellini, Marcello Nizzoli o Ettore Sottsass, que en 1969 diseñará junto a Perry King la máquina portátil Valentine, una de las más atractivas, muy ligada a la cultura pop y que se fabricó en rojo, blanco y azul. Ligera como pocas, con su maletín incorporado como una pieza más, la Valentine se diseñó para todos los ambientes menos para el de oficina. El plástico era el material de moda y sus teclas flotantes permitían un diseño distinto, hasta el punto de convertirse en un icono del diseño industrial.